El 2 de julio de 1942
Dos dias antes habia atracado al muelle de madera de Limon, unico que habia en ese puerto, el vapor San Pablo, propiedad de la United Fruit Company. Traia en sus bode-gas mil doscientas toneladas de diversas mercaderias, entre ellas telas y cargaria, con rumbo a los Estados Unidos, veinticin- co mil sacos de cafe destinados a generar una buena cantidad de divisas que tanta falta nos hacian entonces...
Por la noche del fatidico dos de julio de 1942, la tripulacion del navio se encontra- ba, toda, en Uerra. El capitan, Jens Fero se distraia en el cine viendo alguna aneja peli- cula. Los otros oficiales y los marineros de- gustaban en alguna cantina unos tragos, o bailaban en los salones de moda, pues Li-mon, pese a que deberia estar a oscuras por la guerra. parecia un arbolito de Navi- dad con tantas luminarias encendidas. Otros se refocilaban con las hetairas del puerto siempre atentas a satisfacer todas las necesidades de los hombres del mar...
Mientras la descarga del barco continuaba en medio de alegria sin limites, pues habria dinero para llevar algo mas a las mesas y, por que no?, tomarse un aperitivo! No todo ha de ser rigor en la vida...
De pronto, a las ocho y veinte minutos de esa noche, dos explosiones, casi simultaneas estremecieron la ciudad entera. Pro- cedian del muelle. Las luces de la ciudad titilaron con ganas de apagarse. Las cam- panas de la iglesia catolica al empuje de la onda expansiva, repicaron lugubremente. Hubo un instante de estupefaccion y luego el grito estremecedor: "jNos estan bombar- deando...!" Momentos de panico indescrip- tible y luego, por fin, se determino que el San Pablo habia sufrido dos explosiones.
Las gentes llenaron las calles y, corrieron, como lo hacian marinos y oficiales del bu- que, hacia el muelle. El barco, amarrado al atracadero. se inclinaba a un costado.
Alguien dijo entonces que un submarino aleman habia disparado dos torpedos sobre el buque... Nadie afirmo, eso si, haber vis-
;to al navio atacante.
Material gastable
Ser negro, entonces. era como un estigma. Los trabajos mas duros, sucios y mal re- munerados se les dejaban a ellos. Se les te¬nia como a seres humanos de tercera cate- goria, tanto asi que no se les permitia via- jar mas alia de Turrialba, conflnados solo a la Zona Atlantica. El acceso al Valle Cen¬tral les estaba vedado. Eran, y en esto del San Pablo quedo claramente demostrado, "material gastable".
La guerra de Figueres 39
Los muertos fueron: Antonio Mora Chaves, Miguel Melendez y Gonzalo Quesada, blan- cos. Negros los demas: Cliford Powell, David Stanton, Jacobo Robinson, Alfonso Notice, Edbert Henry, Standford Morris, Samuel Jones, Carlos Pearson (ciclista muy conocido en los medios deportivos de en¬tonces) Felix Saabe (a) El Mudo, guardame- ta del equipo de futbol El Barcelona, Alfred Coleville, Leslie Clark Edwin Lewis, musico del conjunto que tocaba en aEl Balneario",
En 1942 los submarinos tenian que nave- gar, la mayor parte del tiempo, en la super- ficie para poder usar las maquinas diesel, pues sumergidos solo podian hacerlo usan- do las baterias y estas requerian ser carga- das cada cierto tiempo, no muy largo, por cierto, lo que dificultaba la inmersion por periodos prolongados. No fue sino hasta 1943 en que se invento el snorkel que es un aparato articulado en la parte superior del submarino. Uno de los tubos del snor¬kel sirve para aspirar aire fresco y el otro para expulsar el aire viciado y los gases de los motores. En el extremo superior, que emerge del agua, lleva una valvula consis- tente en un flotador de bola que tapa los tu¬bos cuando el agua pugna por entrar por ellos. En la parte que sobresale del agua va un revestimiento antiradar para evitar la detection del submarino. Con la adoption del snorkel la navegacion en submarino se faciiito grandemente.
Pero antes, por ejemplo en julio de 1942, las cosas eran distintas, muy distintas y si un submarino hubiese atacado al San Pablo, la aviation norteamericana destacada en la Zona del Canal de Panama, lo hubiera avls- tado y destruido o lo habria hecho, en su defecto, alguno de los tantos buques de guerra que patrullaban los litorales del continente americano. y en mayor grado nuestras costas por la proximidad al men- cionado Canal de Panama.
Ademas, la flota submarina alemana, ocu- pada en la "Rudeltaktik" o Tactica de Jau- riasM que el gran almirante Karl Doenitz pu- so en practica para atacar los convoyes que aprovisionaban a la sitiada isla britanica, no le permitia distraer las pocas unidades submarinas con que Alemania contaba (al iniciarse la Segunda Guerra Mundial Ale-mania poseia unicamente 57 submarinos. de los cuales solo 20 tenian capacidad pa¬ra operar en el Atlantico) en atacar barqui- tos como el San Pablo, de tonelaje irrisorio y menos en un puerto sin ninguna impor- tancia militar o economica como era enton¬ces Limon.
Volvamos con los torpedos: su peso unita- rio era de 3000 kilogramos. Los submari¬nos de la clase que nos ocupa, solo, ya lo dije, llevaban 14 torpedos y, por esa razon no se dieron casos. durante toda esa gue¬rra, salvo un ataque a algunas refinadoras de petroleo en las Antillas Holandesas, que los submarinos atacaran objetivos terres- tres o buques anclados, salvo en Scapa Flow, que fue una exception porque era una muy importante base inglesa situada a corta distancia, relativamente, de otras ba¬ses alemanas. Fue una operation de vacu- namiento.
En la eventualidad de que, en efecto, un submarino aleman hubiera lanzado dos tor-pedos contra el San Pablo, no solo lo habria destruido por completo sino que habria destruido todo el muelle aparte de la zona aledana. No era para menos con 600 kilo-gramos de TNT. Sin embargo, el buque no fue destruido sino averiado y el muelle no sufrio danos de importancia.
El buque. que no pudo ser examinado dete- nidamente por peritos costarricenses pues poquitos dias despues de las explosiones, casi en secreto, se le traslado medio puesto a flote y remolcado a Panama.