Justine
Hey there! I'm using FDCR
A las 7:30am puse el cursor sobre el enlace de la noticia y seguidamente invertí cierta cantidad de fuerza para hacer click. Debo admitirlo: conforme leía pensé que era un chiste y me reí. Seguido observé los distintos comentarios en la parte inferior de la noticia. Me sorprendí que la noticia suscitara tantos aplausos y likes entre quienes externaron sus opiniones, todavía más que existiese un ambiente generalizado sobre lo "insoportable" y casi "ofensivo" el hecho de que alguien tenga mala ortografía.
Pero luego de varias risotadas y unas cuantas gotas de café sobre el monitor, pensé en el difunto Michel Foucault. Específicamente en su exquisito y extraordinario desarrollo respecto al poder, las estrategias y dispositivos mediante los cuales se ejerce el mismo. En este sentido, lo que angustia y genera preocupación no solo es la ingenuidad -quiero creer que es ingenuidad- de las personas al ver en este tipo de iniciativas alguna probabilidad de "solución" ante un problema, quizá, de analfabetismo y ausencia de "cultura educativa", sino también la forma en que se nos obliga a ser y a actuar tal cual a un ente o figura de autoridad en particular le parezca. No es para nada gratuito que esta figura sea Mark Zuckerberg y que el mayor impacto se piense para América Latina.
La propuesta del castigo a quien no escriba según las respetables normas establecidas por la distinguida Real Academia Española, en nuestro caso en particular, debería ser motivo suficiente para pensar las instancias de poder y repensarnos a nosotros mismos como sujetos en sociedad. Se nos priva de un recurso (si así puede llamársele) ante el no cumplimiento de ciertos parámetros establecidos. ¿Pero por qué no se piensa en el problema de fondo? ¿Por qué no se piensa en una política educativa seria? ¿Por qué Facebook hasta ahora toma este tipo de iniciativas cuando, hasta la fecha, ha aceptado faltas ortográficas de todo tipo? Se nos crea una "necesidad" y dependencia para luego, mediante la misma, hacer uso del castigo o privación. Solo así tiene sentido esta iniciativa. Estamos aquí ante el castigo por el castigo, sin nada más allá ni más acá.
No estoy a favor de faltas ortográficas, el analfabetismo o la ausencia de "cultura educativa". Estoy en contra de la forma mediante la cual se pretende "solucionar" o "combatir" este problema; en contra de estas iniciativas superficiales, triviales y burdas, las cuales únicamente funcionan como biombo para eludir lo que en realidad es importante de hacer.
Noticia:
http://www.capital.com.pe/2015-04-13-facebook-mark-zuckerberg-cerrara-tu-cuenta-si-tienes-mala-ortografia-noticia_787180.html
Pero luego de varias risotadas y unas cuantas gotas de café sobre el monitor, pensé en el difunto Michel Foucault. Específicamente en su exquisito y extraordinario desarrollo respecto al poder, las estrategias y dispositivos mediante los cuales se ejerce el mismo. En este sentido, lo que angustia y genera preocupación no solo es la ingenuidad -quiero creer que es ingenuidad- de las personas al ver en este tipo de iniciativas alguna probabilidad de "solución" ante un problema, quizá, de analfabetismo y ausencia de "cultura educativa", sino también la forma en que se nos obliga a ser y a actuar tal cual a un ente o figura de autoridad en particular le parezca. No es para nada gratuito que esta figura sea Mark Zuckerberg y que el mayor impacto se piense para América Latina.
La propuesta del castigo a quien no escriba según las respetables normas establecidas por la distinguida Real Academia Española, en nuestro caso en particular, debería ser motivo suficiente para pensar las instancias de poder y repensarnos a nosotros mismos como sujetos en sociedad. Se nos priva de un recurso (si así puede llamársele) ante el no cumplimiento de ciertos parámetros establecidos. ¿Pero por qué no se piensa en el problema de fondo? ¿Por qué no se piensa en una política educativa seria? ¿Por qué Facebook hasta ahora toma este tipo de iniciativas cuando, hasta la fecha, ha aceptado faltas ortográficas de todo tipo? Se nos crea una "necesidad" y dependencia para luego, mediante la misma, hacer uso del castigo o privación. Solo así tiene sentido esta iniciativa. Estamos aquí ante el castigo por el castigo, sin nada más allá ni más acá.
No estoy a favor de faltas ortográficas, el analfabetismo o la ausencia de "cultura educativa". Estoy en contra de la forma mediante la cual se pretende "solucionar" o "combatir" este problema; en contra de estas iniciativas superficiales, triviales y burdas, las cuales únicamente funcionan como biombo para eludir lo que en realidad es importante de hacer.
Noticia:
http://www.capital.com.pe/2015-04-13-facebook-mark-zuckerberg-cerrara-tu-cuenta-si-tienes-mala-ortografia-noticia_787180.html
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