Lo primero es decirle al jefe, que en la mayoría de los casos no resuelve nada. Lo más sensato de momento es hacer lo que ya dijo alguien arriba, o sea, no llegar a lo físico. Es prudente evitar mezclar a más gente en esto, quiero decir, que sus "enemigas" sumen a más gente en sus filas. Son 2, pero podrían ser más. No les dé malicia, que no sepan lo que a usted le molesta. Usted actúe siempre por la espalda, en silencio, con ventaja y sin testigos. Resista las agresiones y tómese un tiempo para preparar un buen plan. Jamás actúe por impulso ni comente nada de lo que piensa hacer con nadie. Averigüe sus vicios, sus debilidades, a quién le deben, dónde viven, redes sociales, etc. Si tienen carro, arrégleselas para introducir un chorro de "súper bonder" en la cerradura de la puerta; esto las puede atrasar bastante para llegar al trabajo. Otra opción más extrema es introducir un cartucho de escopeta en el fondo de la mufla del carro; verá usted como a unos cuantos kilómetros de andar sus "enemigas" se llevan el susto de sus vidas. Otra jugada muy interesante es seguir a una de ellas hasta el baño, y en el inodoro más cercano a ella introducir una lata llena de piedras de carburo, asegúrese eso sí de que la tapa tenga varios huecos para que entre el agua por allí. Después encienda un cigarro,colóquelo en el borde del inodoro, y corra como alma que lleva el diablo. No vayan a creer que soy un delincuente; estos trucos los aprendí en un librito llamado "Get Even" (Sacada de Clavo), que es un manual de trucos sucios que alguna vez utilizó la CIA. Le recomiendo leerlo, y de paso la Biblia, por si acaso.