Eso de la educación es un mito. La realidad es que la educacion superior completa no es tan comun como uno le hacen creer. Es mas, ni siquiera la secundaria.
En el Informe sobre el Estado de la Nacion (2013, Capitulo 3) hay un párrafo alarmante: "El país avanza a paso lento en la transformación de su mercado laboral. El alto porcentaje de mano de obra con bajos niveles de escolaridad (menos de secundaria completa) está presente no sólo en la población ocupada, sino también en la que busca trabajo por primera vez. En ambos casos el nivel ronda 60%."
La realidad es que estamos atrás, y mucho. De poco nos vale compararnos con Nicaragua o El Salvador porque la concepción social, colectiva, de nuestra sociedad no es la misma. Pensemos en sociedades como México, Colombia o Argentina.
En todas esos lugares se han dado avances muy significativos en educación, movilidad social y derechos igualitarios en la última década mientras en Costa Rica nos hemos dedicado a aprender inglés y a contestar teléfonos.
Somos tercer mundo. No segundo, ni primero. Ter-ce-ro y lo seguiremos siendo hasta que no nos enfoquemos en trabajar para mejorar en vez de compararnos con lugares que nos hacen sentir mejores y decidamos seguir estancados en 1970.
En el Informe sobre el Estado de la Nacion (2013, Capitulo 3) hay un párrafo alarmante: "El país avanza a paso lento en la transformación de su mercado laboral. El alto porcentaje de mano de obra con bajos niveles de escolaridad (menos de secundaria completa) está presente no sólo en la población ocupada, sino también en la que busca trabajo por primera vez. En ambos casos el nivel ronda 60%."
La realidad es que estamos atrás, y mucho. De poco nos vale compararnos con Nicaragua o El Salvador porque la concepción social, colectiva, de nuestra sociedad no es la misma. Pensemos en sociedades como México, Colombia o Argentina.
En todas esos lugares se han dado avances muy significativos en educación, movilidad social y derechos igualitarios en la última década mientras en Costa Rica nos hemos dedicado a aprender inglés y a contestar teléfonos.
Somos tercer mundo. No segundo, ni primero. Ter-ce-ro y lo seguiremos siendo hasta que no nos enfoquemos en trabajar para mejorar en vez de compararnos con lugares que nos hacen sentir mejores y decidamos seguir estancados en 1970.