Esto es un repost mío
de otro tema igual, pero aquí va:
Mis encuentros cercanos y no tan cercanos con la huesuda:
1- Casi pierdo una pierna al nacer. Pasé por cirugía y estuve en el hospital el primer año y medio de mi vida, hasta temblores fuertes pasé allí. Tengo la herida de unos 30 centímetros en la pierna como prueba. Empecé a caminar como a los 3 años de edad.
2- Por alguna razón, a los dos años de edad, sufrí un fuerte bajonazo de presión. Hubiera colgado los escarpines sino hubiera sido por una enfermera que vivía cerca.
3- Yo y un tren en movimiento como a los 6 años.
ASÍ de cerca si no hubiera sido por que mi mamá estaba vigilando. Casi me quedo sin brazos.
4- Insuficiencia respiratoria a los 8 años por oler un montón de perfumes y colonias en un bazar que tenía mi abuela. Se me estaban inflamando y cerrando las vías respiratorias. Pasé cuatro días en el hospital.
5- Cerca de los nueve años, casi pierdo el ojo derecho, algo había en el suelo que me resbalé, y pegué con el filo de la esquina de un altavoz del equipo de sonido. Sangré mucho y me hicieron un par de puntadas en el lado derecho del ojo.
6- Casi me atropella un taxi saliendo del catecismo como a los 10 años. Por salir rápido, no me fijé y pasé la calle corriendo.
7- Un par de años después, alguien a quien le salió la licencia de manejar en la caja del cereal, casi me pasa por encima también. Aparentemente, no sabía qué significaba la luz roja del semáforo.
8- En un lugar donde trabajaba, me intoxiqué con partículas de fibra de vidrio, cuando estaban instalando unas espumas de fibra de vidrio. Varios salimos afectados. Pasé dos días en el hospital y dos semanas enfermo, me afectó la voz y la garganta de por vida.
9- Hace como cuatro años, donde está el edificio de la Caja, un carro fuera de control que acababa de chocar casi me aplasta contra la reja metálica del edificio. Estaba en ese punto unos 7 segundos antes, escuché el golpe del choque y ví el carro donde se estrelló allí.
10 - Hace unos meses agregué el número 10. Iba caminando por la carretera cerca de la Atlas, cuando un Jeep rojo que venía se le estalló una llanta. El conductor perdió el control y lo recuperó aproximadamente como a tres metros antes de pasarme por encima, y volvió a la carretera. Curiosamente, el tipo no se detuvo y siguió manejando.
Algún día me va a llevar la huesuda, pero cuando me lleve, va a estar traumada de tanto que le costó.