En cuestión de cine, muchos nos tragamos lo que sea, lo que se nos ponga por delante. Hay más películas malas que buenas, así que, por estadística, cuantas más películas malas veamos, más cerca están las buenas de nuestros televisores. Sin embargo, hay veces que no hace falta ver más que la portada para saber que estamos ante un auténtico mojón, aunque use sucios trucos para engañarnos. Tres sencillas normas que nos evitarán acabar boca abajo en la butaca creyendo que nos falla el riego sanguíneo en el cerebro.
· Demasiadas estrellas
Cuando quieren deslumbrarnos con unas trescientas caras conocidas, es que quieren esconder todo lo demás. Acostumbran a ser productos insustanciales, tontos y prefabricados. Cuando la premisa es “hagamos una película con montones de estrellas para que la gente la vea en masa”, y luego piensan en cómo juntar todo eso con un mínimo de lógica, la cosa acaba como acaba.
¿Qué les pasa a los hombres? ya vendría a ser esto. Tenemos a Scarlett Johansson, Kris Kistorfferson, Drew Barrimore, Ben Affleck, Jennifer Connelli, Bradley Cooper y Jennifer Aniston. Las bellezas entretienen la primera media hora, después el aburrimiento es tan grande que rezaremos para, al menos, ver algún pezoncillo despistado. Ni siquiera eso.
Una excepción: Esta norma tiene pocas excepciones, la verdad. Vidas cruzadas contaba con muchos actores más o menos conocidos y de prestigio, y alguna estrella, aunque con el tiempo casi todo el reparto consiguió hacerse un nombre importante en el mundillo. Podremos ver a Madeleine Stowe, Mathew Modine, Julianne Moore, Tim Robbins, Jennifer Jason Leigh, Jack Lemmon, Andie MacDowell y Robert Downie Jr.
· La gramática del título
Toda película cuyo título sea un sustantivo seguido de adjetivo, debe hacernos sospechar. Si, sin embargo, es un adjetivo seguido de sustantivo, huid como si os persiguiera Carmen de Mairena. No deben tener preposiciones, adverbios ni nada, tiene que ir en crudo. Es muy importante el título en castellano ya que los suelen cambiar durante la distribución, aunque algunos en inglés también valen.
Difícil destacar alguna por encima de las demás… Asesinos cibernéticos, Justa venganza, Viernes infernal, Amanecer rojo, Comando suicida, Superhero Movie, Inmersión letal, Teniente corrupto, Asesinos natos… Pongamos Ninja assassin como destacada por ser de las más recientes dentro de la miseria mortal (no, no es otra peli) que encontraremos en títulos presuntamente impactantes.
Una excepción: O varias, en este caso. Algunas son más fáciles de detectar, como Instinto básico (la primera, claro), y otras no tan conocidas como Agenda oculta o Teniente corrupto (la de Harvey Keitel, no la de Nicholas Cage, que es la de arriba).
· Una o dos estrellas en una película que no nos suena
Quizá por dinero, quizá por aburrimiento, o quizá por confiar en un proyecto que puede llegar a ser pero luego no es, algunas estrellas resbalan con proyectos que no les llegan a la suela de los zapatos. Muchas veces vienen de la mano de pequeñas productoras y/o directores noveles, apostando por algo nuevo, y perdiendo.
En Asesinato justo, Robert De Niro y Al Pacino se arrastran por la ciénaga argumental de este esperpento. Son dos grandes nombres, un thriller (género en el que se suelen desenvolver bastante bien), y además los vimos juntos en Heat. Como mínimo, tiene que ser entretenida y, al menos, ver a esta pareja en pantalla siempre es un gustazo. Mentira, no siempre. Además, este ejemplo es el paradigma de las normas, la unión de las uniones, al juntar estrellas con gramática.
Una excepción: Insomnia, también con Al Pacino, esta vez acompañado de Robin Williams. Thriller dirigido por el siempre interesante Kevin Nolan, peculiar e intenso.
Fuente - C
