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Wilas

Microrrelatos foreros

No he podido sentarme en paz a escribir con esa frase. Espero hacerlo antes del fin de semana.
 
No se pierdan la actividad que se está organizando en el tema club de lectura.
 
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La brisa del mar caribe nos jugó sucio aquel martes santo. No sabemos si el día era soleado o si había mucha gente; no sabemos con qué ropa andabas o si recogiste tu cabello como solías hacerlo. Tampoco sabemos si, verdaderamente, estabas o eras feliz en ese instante. No sabemos nada de aquel maldito día. Yo no estaba ahí, pero vos sí. Te fuiste sin contarnos qué sucedió y cómo, solo dejaste testigos, quienes ahora traumados, no desean hablar.

Aquellas aguas se ciñeron en tomarte a vos. Solo a vos. Debiste quedarte en la arena, tomando cerveza o fumando lo que te diese la gana. En aquel momento no te apetecía escribir, ni dibujar; la muerte vestida de sal, frescura y sol te llamó, y vos le hiciste caso. Ante tu partida alguien dijo “si yo hubiese sabido, me despido de él”. Qué manía de la gente decir estupideces después de lo sucedido, ¿no te parece? Si hubiésemos sabido lo que te pasaría, amigo mío, yo no me despido de vos, te amarro; así como hicieron con Ulises cuando este deseó escuchar a las sirenas.

¿Qué hacemos ahora con ese cuerpo rígido arrojado en las orillas una playa que nos obliga a la idea de tu ausencia? ¿A dónde te llevaron aquellas corrientes turbulentas del caribe? ¿A dónde mando estas palabras para que podás leerlas? ¿Cómo te hago saber el pesar que siento al mirar su espacio desocupado? ¿Hay una fórmula exacta como decir "π = 3,14159265358979323846" para traerte unos instantes de vuelta?

Cuando te fuiste no se había creado la máquina del tiempo y aún seguimos en las mismas, no hemos avanzado mucho como has de notar. No puedo manipular el tiempo y el espacio, no puedo hacer un ritual cronotópico bajtiano con tal de estar de nuevo en aquella noche del 19 de marzo a las casi nueve de la noche para escucharte decir “suerte con ese curso”; para sostener otra vez las tertulias dialéctico-fenomenológicas de corte heterotópico foucaultiano, para resucitar las miradas perdidas y las risotadas después de ingerir un poco del susodicho “café especial” mientras mirábamos películas aburridas. No nos basta encender una vela en tu nombre, ¿sabías? Necesitamos verte y sentirte vivo, no nos interesa, ni queremos, hacer del pasado una cuerda floja por donde nos gusta caminar a veces.

Solo nos queda de vos unas cuantas fotografías; un cuaderno con apuntes, dibujos y rayas. Nos queda una justificación, un marco teórico, un problema, un objetivo general y cuatro específicos, y apenas un esbozo de la metodología. ¡Te faltaba mucho todavía, cabrón! Y ahora que el mundo está llegando a su fin, es decir, una civilización con sus diversas versiones de Hitler moderno, erupciones y temblores, me basta para mirar a mi alrededor y hacerme la misma pregunta de siempre: ¿por qué vos?

Es mi especialidad romper promesas: prometí no escribirte estas líneas y lo hice. No pude cumplir con mis amenazas de chiquilla obstinada. Un año tiene 365 días, no más, pero ahora sé que esa cuestión solo cede ante la solemne presión del calendario colgado en una triste y desteñida pared. No conozco a muchas gentes que labren en la arena, pero sí gente como yo: quienes gastan energía escribiendo palabras reprimidas y a destiempo.

Dejaré la ventana abierta, ya sabés, por si algún día sale el sol.
 
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La brisa del mar caribe nos jugó sucio aquel martes santo. No sabemos si el día era soleado o si había mucha gente; no sabemos con qué ropa andabas o si recogiste tu cabello como solías hacerlo. Tampoco sabemos si, verdaderamente, estabas o eras feliz en ese instante. No sabemos nada de aquel maldito día. Yo no estaba ahí, pero vos sí. Te fuiste sin contarnos qué sucedió y cómo, solo dejaste testigos, quienes ahora traumados, no desean hablar.

Aquellas aguas se ciñeron en tomarte a vos. Solo a vos. Debiste quedarte en la arena, tomando cerveza o fumando lo que te diese la gana. En aquel momento no te apetecía escribir, ni dibujar; la muerte vestida de sal, frescura y sol te llamó, y vos le hiciste caso. Ante tu partida alguien dijo “si yo hubiese sabido, me despido de él”. Qué manía de la gente decir estupideces después de lo sucedido, ¿no te parece? Si hubiésemos sabido lo que te pasaría, amigo mío, yo no me despido de vos, te amarro; así como hicieron con Ulises cuando este deseó escuchar a las sirenas.

¿Qué hacemos ahora con ese cuerpo rígido arrojado en las orillas una playa que nos obliga a la idea de tu ausencia? ¿A dónde te llevaron aquellas corrientes turbulentas del caribe? ¿A dónde mando estas palabras para que podás leerlas? ¿Cómo te hago saber el pesar que siento al mirar su espacio desocupado? ¿Hay una fórmula exacta como decir "π = 3,14159265358979323846" para traerte unos instantes de vuelta?

Cuando te fuiste no se había creado la máquina del tiempo y aún seguimos en las mismas, no hemos avanzado mucho como has de notar. No puedo manipular el tiempo y el espacio, no puedo hacer un ritual cronotópico bajtiano con tal de estar de nuevo en aquella noche del 19 de marzo a las casi nueve de la noche para escucharte decir “suerte con ese curso”; para sostener otra vez las tertulias dialéctico-fenomenológicas de corte heterotópico foucaultiano, para resucitar las miradas perdidas y las risotadas después de ingerir un poco del susodicho “café especial” mientras mirábamos películas aburridas. No nos basta encender una vela en tu nombre, ¿sabías? Necesitamos verte y sentirte vivo, no nos interesa, ni queremos, hacer del pasado una cuerda floja por donde nos gusta caminar a veces.

Solo nos queda de vos unas cuantas fotografías; un cuaderno con apuntes, dibujos y rayas. Nos queda una justificación, un marco teórico, un problema, un objetivo general y cuatro específicos, y apenas un esbozo de la metodología. ¡Te faltaba mucho todavía, cabrón! Y ahora que el mundo está llegando a su fin, es decir, una civilización con sus diversas versiones de Hitler moderno, erupciones y temblores, me basta para mirar a mi alrededor y hacerme la misma pregunta de siempre: ¿por qué vos?

Es mi especialidad romper promesas: prometí no escribirte estas líneas y lo hice. No pude cumplir con mis amenazas de chiquilla obstinada. Un año tiene 365 días, no más, pero ahora sé que esa cuestión solo cede ante la solemne presión del calendario colgado en una triste y desteñida pared. No conozco a muchas gentes que labren en la arena, pero sí gente como yo: quienes gastan energía escribiendo palabras reprimidas y a destiempo.

Dejaré la ventana abierta, ya sabés, por si algún día sale el sol.
Ja ja...muy bueno 😄
 
#1 en FACTURA ELECTRÓNICA
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La brisa del mar caribe nos jugó sucio aquel martes santo. No sabemos si el día era soleado o si había mucha gente; no sabemos con qué ropa andabas o si recogiste tu cabello como solías hacerlo. Tampoco sabemos si, verdaderamente, estabas o eras feliz en ese instante. No sabemos nada de aquel maldito día. Yo no estaba ahí, pero vos sí. Te fuiste sin contarnos qué sucedió y cómo, solo dejaste testigos, quienes ahora traumados, no desean hablar.

Aquellas aguas se ciñeron en tomarte a vos. Solo a vos. Debiste quedarte en la arena, tomando cerveza o fumando lo que te diese la gana. En aquel momento no te apetecía escribir, ni dibujar; la muerte vestida de sal, frescura y sol te llamó, y vos le hiciste caso. Ante tu partida alguien dijo “si yo hubiese sabido, me despido de él”. Qué manía de la gente decir estupideces después de lo sucedido, ¿no te parece? Si hubiésemos sabido lo que te pasaría, amigo mío, yo no me despido de vos, te amarro; así como hicieron con Ulises cuando este deseó escuchar a las sirenas.

¿Qué hacemos ahora con ese cuerpo rígido arrojado en las orillas una playa que nos obliga a la idea de tu ausencia? ¿A dónde te llevaron aquellas corrientes turbulentas del caribe? ¿A dónde mando estas palabras para que podás leerlas? ¿Cómo te hago saber el pesar que siento al mirar su espacio desocupado? ¿Hay una fórmula exacta como decir "π = 3,14159265358979323846" para traerte unos instantes de vuelta?

Cuando te fuiste no se había creado la máquina del tiempo y aún seguimos en las mismas, no hemos avanzado mucho como has de notar. No puedo manipular el tiempo y el espacio, no puedo hacer un ritual cronotópico bajtiano con tal de estar de nuevo en aquella noche del 19 de marzo a las casi nueve de la noche para escucharte decir “suerte con ese curso”; para sostener otra vez las tertulias dialéctico-fenomenológicas de corte heterotópico foucaultiano, para resucitar las miradas perdidas y las risotadas después de ingerir un poco del susodicho “café especial” mientras mirábamos películas aburridas. No nos basta encender una vela en tu nombre, ¿sabías? Necesitamos verte y sentirte vivo, no nos interesa, ni queremos, hacer del pasado una cuerda floja por donde nos gusta caminar a veces.

Solo nos queda de vos unas cuantas fotografías; un cuaderno con apuntes, dibujos y rayas. Nos queda una justificación, un marco teórico, un problema, un objetivo general y cuatro específicos, y apenas un esbozo de la metodología. ¡Te faltaba mucho todavía, cabrón! Y ahora que el mundo está llegando a su fin, es decir, una civilización con sus diversas versiones de Hitler moderno, erupciones y temblores, me basta para mirar a mi alrededor y hacerme la misma pregunta de siempre: ¿por qué vos?

Es mi especialidad romper promesas: prometí no escribirte estas líneas y lo hice. No pude cumplir con mis amenazas de chiquilla obstinada. Un año tiene 365 días, no más, pero ahora sé que esa cuestión solo cede ante la solemne presión del calendario colgado en una triste y desteñida pared. No conozco a muchas gentes que labren en la arena, pero sí gente como yo: quienes gastan energía escribiendo palabras reprimidas y a destiempo.

Dejaré la ventana abierta, ya sabés, por si algún día sale el sol.
Mis respetos Jus.
Been there...
 
Qué les parece si alguien propone otra frase para continuar con el tema. En lo personal se me ha dificultado escribir estos días atrás, pero sigamos con el ejercicio para no perder la costumbre.
 
Postrado en el verde pasto y mirando el cielo despejado en aquella noche, Khalil,meditaba, en su cabeza rebotaba aquella frase: -usted no tiene tiempo para cosas así.
Cada vez que recordaba aquellas palabras la brisa se covertía ya en molestia, a pesar de contar aquella noche con un cielo cargado de estrellas aquel lienzo celestial se llenaba de incomodidad. El pensó, -cómo se atreve? Sí me ocupo de cosas así!.
Al estar en otras latitudes el ambiente se prestaba para repasar los diferentes pasos que estaba dando alcanzando su sueño, cómo, por tanto tiempo estuvo labrando con esfuerzo y tocando tantas puertas hasta comenzar a pasar por ellas y ver el fruto de ese sueño hecho realidad.
Aquellas palabras eran muy fuertes, algo ingratas pero ciertas, estaba perdiendo el sentido a la verdadera belleza? El hecho de que no llegara a tiempo a aquellas citas para discutir de lo trascendental era ya una señal?
De repente, aquel viento tenue llegaba con palabras desde lo lejos...
"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya".Antoine de Saint-Exupéry

Khalil
 
Postrado en el verde pasto y mirando el cielo despejado en aquella noche, Khalil,meditaba, en su cabeza rebotaba aquella frase: -usted no tiene tiempo para cosas así.
Cada vez que recordaba aquellas palabras la brisa se covertía ya en molestia, a pesar de contar aquella noche con un cielo cargado de estrellas aquel lienzo celestial se llenaba de incomodidad. El pensó, -cómo se atreve? Sí me ocupo de cosas así!.
Al estar en otras latitudes el ambiente se prestaba para repasar los diferentes pasos que estaba dando alcanzando su sueño, cómo, por tanto tiempo estuvo labrando con esfuerzo y tocando tantas puertas hasta comenzar a pasar por ellas y ver el fruto de ese sueño hecho realidad.
Aquellas palabras eran muy fuertes, algo ingratas pero ciertas, estaba perdiendo el sentido a la verdadera belleza? El hecho de que no llegara a tiempo a aquellas citas para discutir de lo trascendental era ya una señal?
De repente, aquel viento tenue llegaba con palabras desde lo lejos...
"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya".Antoine de Saint-Exupéry

Khalil
Muy hermoso Khalil, disfruté mucho de su relato.
 
Hay 3 temas de los cuales puedo decir que me siento orgulloso porque, más allá de que fueron creados por mi, han revelado que dentro de este mundo virtual hay gente maravillosamente talentosa, creativa, sensible y muy humana. A lo largo de sus páginas he leído cosas impresionantes que han sido fruto de su creatividad y poder para plasmar historias de verdad buenas.

Gracias de verdad por todo esto y en honor a lo que todavía vale la pena en este mundo loco no dejen que estos temas mueran.
 
Postrado en el verde pasto, solo podía pensar en todos los que no estaban allí. Su madre, su querida Lucía y esos tres chiquillos que llenaban su vida de alegría aunque dejaran su billetera vacía. Ahora entendía eso de que el tiempo es relativo, cuantas veces escuchó a Lucía quejarse porque los chiquitos no ayudaban en la casa, ni un plato querían lavar:

-No Jorge, yo estoy cansada, estos chiquitos creen que yo soy la empleada y usted no me ayuda tampoco.

Aquellos veinte minutos escuchando lo mismo dicho de tres formas diferentes parecían siglos. Cuanto daría por escucharla de nuevo, por vivir esas escenas cotidianas tan desapercibidas que hoy recordaba tan vivamente. Pero ahora postrado en el verde pasto, esa hora mirando hacia el cielo parecía un instante.

-Reclusos del sector B2 diríjanse a su celda, reclusos del sector B2 diríjanse a su celda.

-Maldito lugar de los mil demonios, un día de estos me van a encontrar guindando del pescuezo. Si no fuera por Lucía y los chiquillos se lo juro que si lo hago... ¿De qué se se ríe malpa...
 
Hay 3 temas de los cuales puedo decir que me siento orgulloso porque, más allá de que fueron creados por mi, han revelado que dentro de este mundo virtual hay gente maravillosamente talentosa, creativa, sensible y muy humana. A lo largo de sus páginas he leído cosas impresionantes que han sido fruto de su creatividad y poder para plasmar historias de verdad buenas.

Gracias de verdad por todo esto y en honor a lo que todavía vale la pena en este mundo loco no dejen que estos temas mueran.
Los tres temas son excelentes!!!

Es lo que más me gusta del foro
 

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