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Wilas

Microrrelatos foreros

Le pongo mas: tarde lluviosa, café, buena música, y un buen libro.

Diay si, me gano. Espero poder aplicar la combinación que usted menciona el día de hoy y por fin darle termino a los Los Pilares de la Tierra.

Ahhh me sentí identificada, excepto porqué yo prefiero el mocaccino 😆😆😆

También le hacemos al mocaccino, eso no es problema, jejeje. :)
 
Última edición:
Mientras caminaba por el callejón, entre las sombras observo lo que parecía ser una silueta de mujer, delgada, se podía notar su gran caballera, portaba un abrigo para protegerse del frió y unos grandes tacones.

Al hombre se le llenaron los ojos de lagrimas recordó aquella mujer olvidada por tantos años, en donde aquel destino los separo, su boca empezó a saborear los últimos besos dados a su gran amor esto fue hace varios años, volvió a tener esa sensación de calor que trasmitía su amada cuando estaban juntos todo esto a pesar del frió que estaba haciendo, en su cabeza tenia imagines de su bella sonrisa y penetrantes ojos se repetían una y otra vez como todo buen momento. Sus oídos recordaban aquella voz tan cálida que podía calmar cualquier cosa, este era el tesoro mas preciado lo tenia guardado en su mente como una cajita de música cuya canción nunca olvidara.

El hombre se empezó a acercar lentamente a la femenina silueta, con ilusión y temor a la vez, tenia que ser ella después de tantos años de estar separados por diferencias de estatus social.

Continuara....
 
...Continuación

Ya que ella provenia de familia pudiente de alto nivel, en cambio el hombre desendia de una familia humilde; por esto mismo la joven decidió apartarse de el a perjuicio de su posición social.

El la tomo del brazo y la volteó hacia sí dejandola de frente y le dijo: -eres tu, depués de tanto tiempo- ella lo miró fijamente a los ojos, y con un tono de perplejidad -dijo- sí soy yo quien te desprecio hace años y ahora me has de tener rencor por haber uhido de ti.

El no podia creer que el viento hubiese soplado a su favor y le habia obsequiado la oportunidad de encontrarse con su amor de hace muchos años; en ese mismo oscuro callejón era donde el hombre solía desahogar su tristeza y soledad bajo el manto de la noche y la compañi de la noche.

Ellos se dirigieron a un lugar menos sombrío para hablar hacerca de que fue de la vida de cada uno; el hombre contó que su vida dió un giro al haberle salvado la vida a un empresario rico y famoso el cual ya hacia 2 años habia fallecido y el tomó la cabeza la todos sus negocios. Pero nada ni nadie fue suficiente para reemplazar el vacío qye habitaba en su ser por el rechazo de aquella joven.

Entonses, que fue de ti -dijo el himbre- a lo que ella contestó, ya no soy quien una vez fui, los frutos de mi familia quebraron, mi padre se suicidó y mi madre, no fui de suficiente devoción para luchar por la vida y partió al tiempo de que mi padre muriera.

Sola en el mundo, la mujer se adentro a una vida perdición, como una Dama de la Noche para asi lograr sobrevivir aferrada a la esperanza de encontrar una luz que iluminara su vida y le diera la oportunidad de tener lo que años atras llegó a despreciar.

El hombre anonadado no podia creer q su quien fue su gran amor, ilusión y lucero de esperanza para vivir, se había tornado en una flor marchita, una mujer de la vida galante que al mejor postor ofrendaba su belleza externa sin pensar en lo que hubiese por dentro de ella.

Cuando de pronto ella -dijo- me tengo que ir no puedo perder tiempo, el no queria terminar ese momento allí -le dijo- vente conmigo, lo que ahora seas no es suficiente para borrar tu nombre de mi corazon, vamos y juntos haremos una nueva vida sin pena y perjuicio alguno; con un suspiro ella acepto dando un sí a su propuesta.

Pero antes de partir ella pidio un tiempo para ir al tocador para secarse las lagrimas y el se quedó esperandola. Cuando de pronto apareció un niño y le dijo: señor esto es para usted, no era mas que una nota escrita por ella que decía: "Gracias, pero no puedo vos mereces de alguien mejor que esto que soy ahora y en cuanto a mi seguiré pagando el precio de mi error"...
 
Y el premio para el comentario random del día va para...
 
La brisa del mar no era en absoluto fresca o relajante, de hecho era húmeda y caliente y eso que el sol ya empezaba a descender, el doctor Rubén Centeno se abanicaba con su sombrero y observaba aquella playa como quien mira un desierto desolado, estaba cansado y según su propia definición estaba cansado de estar cansado, en pocos meses había llegado a saber por sí mismo el significado de una vida nómada, había perdido la cuenta de los lugares que había recorrido, de las privaciones que había enfrentado y si, de los riesgos que había corrido y aun corría en ese mismo instante. Rememorando le daba la impresión que de aquello hacía ya mucho tiempo, no parecía que hubieran pasado 4 años aproximadamente, el doctor suspiro y recordó con añoranza aquellos tiempos mejores, tiempos de duro trabajo, de largas horas en el laboratorio junto a su equipo de colegas y colaboradores, con un objetivo bien definido, objetivo que habían logrado finalmente, pero el precio de aquello fue demasiado.
Recordaba con cariño a la doctora Madriz, Ana para los colegas, química de gran talento y una autentica alma gemela cuyo posible destino lo llenaba de zozobra; el buen Roberto especialista en toxicología cuya hiperactiva personalidad le convirtió en una suerte de encargado de relaciones públicas cuando llego el éxito, éxito muy fugaz por cierto. Las cosas fueron bien en un comienzo y el objetivo muto de una investigación sobre drogas a la búsqueda de una forma de detener la adicción, una verdadera quimera por lo demás y sin embargo todos se entregaron con entusiasmo a aquel proyecto, varios años después (casi 19) los tres fundadores del proyecto veían con orgullo la materialización de sus esfuerzos: una vacuna contra la adicción a la mayoría de las drogas existentes!, después de muchas pruebas veían como al aplicarla en una persona adicta esta dejaba de sentir el impulso de consumir y más aún solo la idea de la droga producía una molesta sensación de repudio en los sujetos de prueba.
El anuncio fue hecho y el inicial escepticismo dio paso por medio de muchas demostraciones (organizadas por el buen Roberto) a verdaderos circos mediáticos al punto de preguntarse el doctor centeno si no se estarían convirtiendo más en un tipo de presentadores de espectáculos al estilo de los cirqueros que en profesionales demostrando un gran avance; los problemas comenzaron a verse incluso antes de aquello, el repentino recorte de fondos y las llamadas extrañas dieron paso a los insultos y amenazas disimuladas o sin disimular, para la época de las presentaciones eso era ya parte de la rutina de todos los integrantes del grupo, o mejor dicho los que se quedaron a pesar de todo. El recorte de los fondos fue un problema pasajero, poco después de las primeras demostraciones varias organizaciones (privadas en su mayoría) ofrecieron su patrocinio para continuar con lo que hiciera falta, la avalancha mediática fue lo que dio inicio a acalorados debates acerca del componente voluntario de quien desea o no abandonar su adicción, se hablaba de campañas masivas de vacunación prácticamente a la fuerza posición defendida por sectores religiosos o conservadores contra quienes opinaban que el adicto debía ser quien decidiera de forma libre el abandono de su adicción, lo que iba más con los ideales liberales de quienes veían un atropello legal en acciones de ese tipo.
Fue por esa época cuando comenzó el verdadero desastre, los reportes de grupos de encapuchados atacando indigentes y búnkeres con armas y lo peor de todo: armados con la vacuna cuyas muestras se suponían guardadas a buen recaudo hasta que existiera una posición oficial definitiva supuso una condena de muchos contra el equipo investigador que se defendió justamente de aquellas acusaciones, el doctor sabía perfectamente que ninguno de ellos hubiera hecho algo como aquello, así por tanto solo podía sospechar del robo de alguna muestra o de datos de la investigación. Eso fue lo que argumentaron en su defensa, más el proceso de acusar y defenderse paso a segundo plano cuando la situación tomo un aspecto más internacional: la misma clase de incidentes comenzaron a darse en varios países casi al mismo tiempo, de ahí a los disturbios en muchas ciudades no fue mucho el tiempo transcurrido, de repente resultaba alarmante los reportes de multitud de indigentes y desocupados ex – adictos que se movían como zombies por las ciudades sin capacidad de volver a formar parte de la sociedad que los había rechazado, sin trabajo, sin ingresos, saturando los servicios de asistencia y de salud los cuales estaban a punto de colapsar.
Las represalias de los grupos narco en muchos países se parecían demasiado a actos de guerra, si bien era cierto esos grupos parecían perder influencia rápidamente también era cierto que estaban dispuestos a provocar tanto daño a otros en su caída como les fuera posible, también resultaba curioso la repentina aparición de crisis económicas en muchos países, crisis cuyos inicios parecían coincidir asombrosamente con la extensión de los efectos de la vacuna en sus territorios; entre todas las desgracias resultaba casi cómica la cara de inocente asombro del dirigente de un país al anunciar la crisis económica en la que se encontraba inmerso todo su territorio. El doctor no pudo menos que asombrarse de la enorme cantidad de dinero de drogas que iba dando vueltas en las engrasadas maquinarias económicas de muchos países y probablemente del mundo, parte de aquello fueron los rumores de problemas económicos como duros golpes a las fortunas de muchos reconocidos empresarios y magnates en todo el globo.
Para el doctor llegaron a convivir las manifestaciones de respeto y apoyo de unos junto con el odio y desprecio de otros, para todos de hecho era así, se hizo necesario tener escolta y reducir drásticamente las apariciones en público, prácticamente recluido en un departamento bajo vigilancia sintió sobre sí mismo el peso de acciones que en su búsqueda de la meta no vio, ni él ni su equipo, desolado recibió la noticia del asesinato a tiros de Roberto, aquella muerte le hizo pensar que el no tardaría en seguir por ese mismo camino. Mientras reflexionaba acerca que debería hacer le comunicaron de la desaparición o más bien de la huida de la doctora Madriz, tal como lo atestiguo la carta dejada por esta cuya caligrafía el doctor reconoció, poco después de escapar de un atentado opto por hacer lo mismo que Ana y así fue como durante tanto tiempo se había dedicado a observar como la ruina se extendía por todas partes, ruina cuyo principal responsable era él ; aquel día había decidido no permanecer ocultándose más, y a pesar del calor que tanto odiaba dedico gran parte del día a pasearse por aquella playa, no se sentía tranquilo, pero nada podía hacer al respecto, no ayudo el hecho de que a medio día notara que dos personas lo seguían y justo ahora dos personas en una moto parecían observarlo con disimulo no muy lejos, el doctor se encamino al cuarto donde estaba viviendo al fondo de una sucia calleja, al entrar pese a estar oscureciendo no encendió la luz, solo se tendió en el catre en el rincón y se quedó mirando el techo hasta que escucho el sonido de una moto acercarse y detenerse frente a su puerta.
 
La brisa del mar no era en absoluto fresca o relajante, de hecho era húmeda y caliente y eso que el sol ya empezaba a descender, el doctor Rubén Centeno se abanicaba con su sombrero y observaba aquella playa como quien mira un desierto desolado, estaba cansado y según su propia definición estaba cansado de estar cansado, en pocos meses había llegado a saber por sí mismo el significado de una vida nómada, había perdido la cuenta de los lugares que había recorrido, de las privaciones que había enfrentado y si, de los riesgos que había corrido y aun corría en ese mismo instante. Rememorando le daba la impresión que de aquello hacía ya mucho tiempo, no parecía que hubieran pasado 4 años aproximadamente, el doctor suspiro y recordó con añoranza aquellos tiempos mejores, tiempos de duro trabajo, de largas horas en el laboratorio junto a su equipo de colegas y colaboradores, con un objetivo bien definido, objetivo que habían logrado finalmente, pero el precio de aquello fue demasiado.
Recordaba con cariño a la doctora Madriz, Ana para los colegas, química de gran talento y una autentica alma gemela cuyo posible destino lo llenaba de zozobra; el buen Roberto especialista en toxicología cuya hiperactiva personalidad le convirtió en una suerte de encargado de relaciones públicas cuando llego el éxito, éxito muy fugaz por cierto. Las cosas fueron bien en un comienzo y el objetivo muto de una investigación sobre drogas a la búsqueda de una forma de detener la adicción, una verdadera quimera por lo demás y sin embargo todos se entregaron con entusiasmo a aquel proyecto, varios años después (casi 19) los tres fundadores del proyecto veían con orgullo la materialización de sus esfuerzos: una vacuna contra la adicción a la mayoría de las drogas existentes!, después de muchas pruebas veían como al aplicarla en una persona adicta esta dejaba de sentir el impulso de consumir y más aún solo la idea de la droga producía una molesta sensación de repudio en los sujetos de prueba.
El anuncio fue hecho y el inicial escepticismo dio paso por medio de muchas demostraciones (organizadas por el buen Roberto) a verdaderos circos mediáticos al punto de preguntarse el doctor centeno si no se estarían convirtiendo más en un tipo de presentadores de espectáculos al estilo de los cirqueros que en profesionales demostrando un gran avance; los problemas comenzaron a verse incluso antes de aquello, el repentino recorte de fondos y las llamadas extrañas dieron paso a los insultos y amenazas disimuladas o sin disimular, para la época de las presentaciones eso era ya parte de la rutina de todos los integrantes del grupo, o mejor dicho los que se quedaron a pesar de todo. El recorte de los fondos fue un problema pasajero, poco después de las primeras demostraciones varias organizaciones (privadas en su mayoría) ofrecieron su patrocinio para continuar con lo que hiciera falta, la avalancha mediática fue lo que dio inicio a acalorados debates acerca del componente voluntario de quien desea o no abandonar su adicción, se hablaba de campañas masivas de vacunación prácticamente a la fuerza posición defendida por sectores religiosos o conservadores contra quienes opinaban que el adicto debía ser quien decidiera de forma libre el abandono de su adicción, lo que iba más con los ideales liberales de quienes veían un atropello legal en acciones de ese tipo.
Fue por esa época cuando comenzó el verdadero desastre, los reportes de grupos de encapuchados atacando indigentes y búnkeres con armas y lo peor de todo: armados con la vacuna cuyas muestras se suponían guardadas a buen recaudo hasta que existiera una posición oficial definitiva supuso una condena de muchos contra el equipo investigador que se defendió justamente de aquellas acusaciones, el doctor sabía perfectamente que ninguno de ellos hubiera hecho algo como aquello, así por tanto solo podía sospechar del robo de alguna muestra o de datos de la investigación. Eso fue lo que argumentaron en su defensa, más el proceso de acusar y defenderse paso a segundo plano cuando la situación tomo un aspecto más internacional: la misma clase de incidentes comenzaron a darse en varios países casi al mismo tiempo, de ahí a los disturbios en muchas ciudades no fue mucho el tiempo transcurrido, de repente resultaba alarmante los reportes de multitud de indigentes y desocupados ex – adictos que se movían como zombies por las ciudades sin capacidad de volver a formar parte de la sociedad que los había rechazado, sin trabajo, sin ingresos, saturando los servicios de asistencia y de salud los cuales estaban a punto de colapsar.
Las represalias de los grupos narco en muchos países se parecían demasiado a actos de guerra, si bien era cierto esos grupos parecían perder influencia rápidamente también era cierto que estaban dispuestos a provocar tanto daño a otros en su caída como les fuera posible, también resultaba curioso la repentina aparición de crisis económicas en muchos países, crisis cuyos inicios parecían coincidir asombrosamente con la extensión de los efectos de la vacuna en sus territorios; entre todas las desgracias resultaba casi cómica la cara de inocente asombro del dirigente de un país al anunciar la crisis económica en la que se encontraba inmerso todo su territorio. El doctor no pudo menos que asombrarse de la enorme cantidad de dinero de drogas que iba dando vueltas en las engrasadas maquinarias económicas de muchos países y probablemente del mundo, parte de aquello fueron los rumores de problemas económicos como duros golpes a las fortunas de muchos reconocidos empresarios y magnates en todo el globo.
Para el doctor llegaron a convivir las manifestaciones de respeto y apoyo de unos junto con el odio y desprecio de otros, para todos de hecho era así, se hizo necesario tener escolta y reducir drásticamente las apariciones en público, prácticamente recluido en un departamento bajo vigilancia sintió sobre sí mismo el peso de acciones que en su búsqueda de la meta no vio, ni él ni su equipo, desolado recibió la noticia del asesinato a tiros de Roberto, aquella muerte le hizo pensar que el no tardaría en seguir por ese mismo camino. Mientras reflexionaba acerca que debería hacer le comunicaron de la desaparición o más bien de la huida de la doctora Madriz, tal como lo atestiguo la carta dejada por esta cuya caligrafía el doctor reconoció, poco después de escapar de un atentado opto por hacer lo mismo que Ana y así fue como durante tanto tiempo se había dedicado a observar como la ruina se extendía por todas partes, ruina cuyo principal responsable era él ; aquel día había decidido no permanecer ocultándose más, y a pesar del calor que tanto odiaba dedico gran parte del día a pasearse por aquella playa, no se sentía tranquilo, pero nada podía hacer al respecto, no ayudo el hecho de que a medio día notara que dos personas lo seguían y justo ahora dos personas en una moto parecían observarlo con disimulo no muy lejos, el doctor se encamino al cuarto donde estaba viviendo al fondo de una sucia calleja, al entrar pese a estar oscureciendo no encendió la luz, solo se tendió en el catre en el rincón y se quedó mirando el techo hasta que escucho el sonido de una moto acercarse y detenerse frente a su puerta.


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