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Wilas

Microrrelatos foreros

Gracias a ambos! También disfrute mucho de sus relatos :)

Voy a ver si logro sacar tiempo para la frase que propuso .Nina., estoy corriendo para terminar el brete lo antes posible y salir corriendo a vacaciones jejeje.
 
Pues toco ponerse romántico.


Ella era el amor de su vida, uno de tantos, pero no pasó como usualmente cuentan las historias del celuloide, ni esos relatos fantasiosos que parecen más bien sacados de cuentos de hadas. Pasó como sucede en realidad, lentamente, al paso parsimonioso que construye primero la curiosidad, luego una ilusión y finalmente la convicción férrea de que si existe alguien perfecto para nuestra imperfección tiene que ser esa persona, nuevamente sintió amor.

Él siempre tuvo esa extraña característica, que más podía ser un defecto de fabricación como decía, era propenso al amor, eterno enamorado de sonrisas, de miradas, de perfiles y contornos, de colores y formas. Decía haber amado a más mujeres en un año que muchos en toda una vida, pero no se refería a la pasión desenfrenada que efímera muere entre embates sudorosos, hablaba de amor real y verdadero, cariño, ternura.

-Tal parece que estoy destinado a pasar mi vida de un amor a otro, confundido por la belleza que me rodea, sin defensa ante el misil de una mirada, sin protección ante el resplandor de una sonrisa.

Y ahora ella era el amor de su vida…
 
#1 en FACTURA ELECTRÓNICA
Ella era el amor de su vida y ella era un alma vacía que nunca había conocido el amor.

Se preguntaba que pudo haber hecho en toda su existencia para tener el amor al alcance de su mano y no poder tocarlo. Miraba su mano y resplandeciente se encontraba el motivo de su frustración. Como no la conocí antes?- Se repetía.- Definitivamente tuve que haber cometido algún pecado innombrable que me condena a esta tortura de mirarla y no poder besarla.

Cada día conversaban unos minutos, cuando él la encontraba en el parque sentada allí, majestuosa como ninguna otra, al volver de su trabajo. Cada uno de esos minutos le llenaba el alma de alegría.

Ella era infeliz, por que la luz nunca había brillado en sus ojos. Era hermosa más que ninguna otra en ese pequeño pueblo, con su cabello rubio y largo posado sobre su pecho, su piel clara y perfecta, su exquisita figura de reloj de arena, pero ella nunca lo había visto, nunca había visto nada que formará parte de este mundo. La eterna oscuridad de sus ojos se expandía poco a poco hacia su corazón producto de su enorme soledad.

Para ella esos minutos significaban el retroceso de esa oscuridad, en esos momentos del día se sentía menos infeliz, pero su la oscuridad siempre regresa, estaba convencida de que así sería hasta el momento de su muerte porque no conocía el significado de amar, quien podría amar a una ciega como ella? En aquel pueblo de imperfectos ella era la más condenada. Aún así anhelaba esos momentos de compañía cada día, por eso no era casualidad que se sentará en esa misma banca todas las tardes.

Una tarde él no resistió más, necesitaba encontrar el desahogo de su frustración, tomó las manos de ella en las suyas y las apretó suavemente, mientras se acercaba cada vez más. Ella estaba paralizada, no conseguía entender lo que pasaba, sentía su calor cada vez más cerca pero no podía moverse, liberó una de sus manos y buscó a tiendas el rostro de él, pronto la humedad inundó su mano, la que trazaba cada una de sus facciones con curiosidad, él se dio por vencido, ya no podía luchar más, su beso valdría por la vida entera de miseria que le esperaba y la tomó en sus brazos desapareciendo en sus hermosos labios. Ella sintió que por unos instantes podía ver, podía ver la luz en su corazón y la luz de él junto al suyo, en ese instante los dos sintieron la vida por primera vez, dos almas entrelazadas pérdidas en un momento, tan pérdidas que que no se percataron del automóvil en descontrol que se dirigía a ellos a toda velocidad, tanto que no sintieron el impacto que les robó la vida que apenas acababan de comprender.

Él entendió que ese era su castigo por el pecado cometido, del cual jamás se arrepentiría en ninguna vida y ella por su parte encontró en unos pocos segundos, la felicidad que tanto había buscado toda su vida, ella tampoco se arrepentiría...
 
Ella era el amor de su vida las cosas siempre fueron así, o mejor dicho la palabra fueron no seria tan apropiada al fin y al cabo el tiempo ya no importa, así pues desde el momento en que la conoció las cosas fueron de esa manera, fue el acto de vislumbrarla entre muchas mas , el hecho de que resaltara como lo hacia fue algo que estaba mas allá de su comprensión , sin embargo así era, le agrado, le atrajo y fue sin duda una atracción mas allá de lo físico, puesto que lo físico no es algo que tenga gran valor en ese lugar. Era sin duda algo que va mas lejos de la comprensión superficial, de lo que los simples ojos humanos captan, esa sensación de saber con certeza absoluta que aquella es verdaderamente un alma gemela alguien cuya afinidad hacia uno mismo era algo notorio como en otros tiempos fuera notorio solamente aquello tangible , físico, aquello que solo podía inducir a error y ahora no fuera sino un viejo recuerdo, el deleitándose ante la vista de quien puede estar con el sin temor a equivocarse, ella sin temor a equivocarse con el. En ocasiones aun experimentaba como repentinas apariciones recuerdos, que como destellos momentáneos iban desapareciendo pues cada vez y con menos frecuencia los veía y en cada ocasión eran menos definidos, como vistos a través de una niebla que los difuminaba lentamente hasta que como el suponía terminaban desapareciendo por completo, que era probablemente el destino que ya habían sufrido otros tantos recuerdos, igual allí estos ya carecían de valor, solo eran representaciones de tiempos ya idos; como podría extrañar algo como aquello? los momentos de "felicidad" experimentados en aquellos tiempos no podrían ni compararse con la felicidad que experimentaba ahora, la comparación le parecía un insulto, en ese lugar se había sentido a gusto , feliz, y con un sentimiento de paz nunca antes conocido.
Le pareció irreal mas allá de todo cuanto pudiera desear, porque ahí ya no deseaba nada, encontrarla a ella, lo supo al verla, al momento de diferenciarla con tanta facilidad de todas las demás y fue aun mas impactante al percatarse que ella parecía sentirse de la misma forma. Una perfecta sintonía, mas allá del ideal superficial del amor a primera vista, porque aquí ese ideal era verdadero, no tenia forma, no estaba influenciado por nada mas que aquel sentimiento verdadero, si , nada aquí es falso, el lo sabia. Mas allá de todo, aquí nada era engañoso o retorcido, y desde ese instante permanecieron juntos aumentando su felicidad si eso fuera posible y nada mas que ellos compartiendo sus existencias que en aquel lugar no parecían tener las limitaciones del cuerpo físico, como una verdadera unión de dos seres una autentica unión mas allá de toda prueba, que importaba si los recuerdos desaparecían en la niebla acogedora que constantemente los rodeaba? que importaba si los otros a quienes veía igual de felices que el también se desdibujaban lentamente hasta desaparecer, incluso no importaba si el rostro de ella también se desvanecía lentamente, porque su presencia permanecía allí, no veía ya sus propias manos como no veía las de ella , pero aun seguía ahí sin importar nada, ella seguía allí, allí , allí............
 
Muy bien Melkilec!

Continuemos con la siguiente frase:

"Lo mas importante -dijo Pablo-..."
 
Pues toco ponerse romántico.


Ella era el amor de su vida, uno de tantos, pero no pasó como usualmente cuentan las historias del celuloide, ni esos relatos fantasiosos que parecen más bien sacados de cuentos de hadas. Pasó como sucede en realidad, lentamente, al paso parsimonioso que construye primero la curiosidad, luego una ilusión y finalmente la convicción férrea de que si existe alguien perfecto para nuestra imperfección tiene que ser esa persona, nuevamente sintió amor.

Él siempre tuvo esa extraña característica, que más podía ser un defecto de fabricación como decía, era propenso al amor, eterno enamorado de sonrisas, de miradas, de perfiles y contornos, de colores y formas. Decía haber amado a más mujeres en un año que muchos en toda una vida, pero no se refería a la pasión desenfrenada que efímera muere entre embates sudorosos, hablaba de amor real y verdadero, cariño, ternura.

-Tal parece que estoy destinado a pasar mi vida de un amor a otro, confundido por la belleza que me rodea, sin defensa ante el misil de una mirada, sin protección ante el resplandor de una sonrisa.

Y ahora ella era el amor de su vida…

Me gustó mucho!!
 
El Pablo que ustedes gusten. Puede ser Neruda o Marmol, o simplemente un carajo cualquiera que de casualidad se llama así.
 
Lo más importante -dijo Pablo- era que a pesar de todo estaban ahí.

Se habían visto hacia cinco años. Trabajaban en un hospital, en diferentes áreas. Ella tenia 27 y un manojo de ilusiones, él 32 y un puño de sueños rotos.

Y ambos eran racionales, no piensen que eran un par de adolescentes que se hacen ilusiones, no, ya no construían castillos de arena sobre nubes, es sólo que ellos no podían explicar lo que sentían al verse. Amor? Jamás, nunca se habían hablado. Atracción? Dejenme decirles que Mónica no era una mujer realmente agraciada. Por favor no me mal entiendan, era linda, si, pero no como las chicas de las tapas de las revistas, pero tenia un carisma asombroso que la hacía resplander.

Ambos habían escuchado el uno sobre el otro y sentían que tendrían gran compatibilidad.

Ellos eran únicos, diferentes. Necesitaban desesperadamente que alguien los entendiera; ellos se necesitaban.

Cada mañana a las 7:00 am se topaban. Él la saludaba y ella contestaba con aquella cálida sonrisa.
Debe ser maravilloso hablarle -se decía.

Pero la timidez y la perezosa costumbre pudieron más que la búsqueda y la intriga. Ninguno quiso correr el velo. Quizá ese magnetismo se rompiera como una flor cuando se tocan sus pétalos.

Eran las 5:00 pm, Pablo llegó a su casa, se quitó los zapatos y encendió el televisor. Abrió el refrigerador y bebió algo. Tal como lo hacia siempre.
Vio en su mesita de noche aquel libro que ella leía la primera vez que la vio. Cinco años, no puede ser -dijo para si mismo- y comenzó a reír. Él ya no quería enamorarse, podía pasar claro, pero él se conformaba sólo con tomar una taza de café y mirar por la ventana como se mecen las hojas con el viento. Una taza de café!

Al día siguiente él estaba determinado a invitarla a salir, si era tal como la había dibujado no lo tomaría mal. No señores ella no era de las que se ruborizan por esas cosas, no señor.

Abrió la puerta y el sol golpeo su rostro. Tenia una vitalidad que no se veía en él hacía años, cinco años por supuesto.

Eran las 6:00 am cuando Pablo se dirigía al trabajo. Ah el tiempo! Que importante que es el tiempo, cinco años perdidos y en solo unos minutos todo cambiaría, y en un segundo todo cambio.

Pero no era lo que Pablo esperaba. Un camión lo invistió por delante, mientras el tarareaba una canción, un segundo un simple segundo y sus sueños rosa se tiñeron de rojo.

Ella lo recibió. Hubo gran conmoción. Se hizo cuánto se pudo y más allá.
Abrió sus ojos y su corazón se sobresalto cuando la vio. Dio entonces inicio a la conversación técnica paciente-médico y sus dudas fueron evacuadas. Después una cálida sonrisa hasta que no vio más su melena negra y ondulada salir del cuarto.

Y que importa ya, estaban ahí. Todo fue solo un pequeño contratiempo. Un par de días y él estaría listo para ir con ella por ese café.
Unos cuántos días de rehabilitación y podrían ver las hojas mecerse.

Sólo ocupaba un poco de tiempo, y otro tanto de valor... Será que a ella le molestaría empujar su silla de ruedas mientras se acostumbraba a no poder caminar nunca jamás? Quizá deban pasar otros cinco años.
 
Muy bien Angie, muchas gracias!

El mío está empezado y muy avanzado pero es un poco más extenso de lo normal, voy a ver si me decido a subirlo completo o sólo un extracto.
 
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