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Wilas

Microrrelatos foreros

#1 en FACTURA ELECTRÓNICA
Era un hermoso día de verano del año 1914, en la ciudad de Breslavia. La tranquilidad del cielo, contrastaba fuertemente con la preocupación de los ciudadanos, quienes iban y venían de un lugar a otro tratando de conseguir más información sobre la noticia que se había desarrollado el día anterior; El Imperio Alemán declara la guerra a Rusia y Francia.


El hogar de los Richthoffen, se encontraba invadido por sentimientos de tristeza y desolación, la declaración de la guerra los afectaba directamente, su hijo mayor Manfred, formaba parte de la caballería Alemana y sería tan solo cuestión de días para que fuese llamado al frente de batalla, donde lucharía contra el vasto Imperio Ruso.


Con tan solo 19 años Manfred, gozaba del respeto y admiración de toda Breslavia, había logrado a su corta edad convertirse en teniente del primer regimiento y destacaba entre los demás por su determinación, esfuerzo y gallardía. Sin dejar de lado su gran don de generosidad, siempre dispuesto a prestar su ayuda a quien lo necesitase, había sido parte primordial en el re ordenamiento del pueblo, en la disposición de propiedades y en la construcción de la nueva iglesia.

El único motivo por el cual era razón de burla entre algunos jóvenes de su edad, era su gran afición por las aves, en especial de aquellas cuyo plumaje era de color rojo vivo e intenso, muchas veces llego a llamarlas aves de sangre. No era de extrañar verlo pasar día tras día cazando grillos y pequeños insectos con que alimentarlas, tampoco era extraño verlo tratar de imitar el trinar de su ave favorita, incluso en más de una ocasión se le vio correr imitando el aleteo y piruetas que están hacían al volar.


Una vez que la declaratoria de guerra fue firmada, Manfred se dirigió al telégrafo de la ciudad, desde donde se comunico con su coronel en jefe y le expreso su máximo compromiso en formar parte de tan emblemática empresa, luchar por su país, la gran Alemania.

Dos días después, mil doscientos hombres abandonaban los muros de Breslavia, marchaban el uno junto al otro al ritmo que marcaba un pequeño tambor. La familia Richthoffen, se había dirigido al atrio principal del templo, desde donde trataban de divisar a su querido Manfred. Fue Ana, su madre, quien logro distinguir entre la multitud al joven que cargaba en su mano una pequeña jaula y dentro de ella, el cardenal rojo que le había obsequiado.


Por fin, tras extenuantes semanas de marchas forzadas, el regimiento proveniente de Breslavia llego a su ubicación asignada, todos los hombres desempacaron sus pertenencias y procedieron a dormir la fiesta, excepto uno. Manfred, había sido interceptado en la entrada de la barraca por un mensajero y fue dirigido directamente al cuartel de Vitor Belfort, coronel a cargo.

Al ingresar al cuartel, Manfred, inmediatamente sintió una mirada fría que le atravesaba el pecho, volvió su vista hacia de donde provenía y lo encontró, de pie junto a la mesa de estrategia se encontraba Belfort, un hombre que se asemejaba mas a un buey, superaba fácilmente los dos metros de estatura, robusto y de cara maldita, capaz de asustar hasta al hombre mas valiente. Se acerco unos pasos y le dijo:

-¡Nuestros genios, malditos sean! Nos han enviado información clasificada alertándonos de una nueva arma, que podría inclinar la guerra a nuestro favor -

-¿De qué se trata ahora, señor?-

-Han ideado la manera de convertir nuestros frágiles aeroplanos en verdaderos tanques de guerra, capaces de destrozar el cráneo de un soldado desde los 4000 pies de altura-

-Desde 4000 pies de altura, es que terminaran cayendo esos pobres bastardos, señor-

-También caerás del cielo, has sido reclutado a formar parte de la fuerza aérea-

Esta noticia no desagrado del todo a Manfred, sabía que la caballería, una institución noble pero sin futuro: los caballos y sus jinetes eran presa fácil de las ametralladoras, estaba por llegar a su fin.

-Nunca he estado a mas de 10 metros sobre la tierra y fue en la cúpula de una iglesia, señor-

-¿Es acaso eso importante? Recibirás el entrenamiento apropiado-

-Ordenes son ordenes, señor, no estoy acá más que para servir-

-Puedes marcharte-

-Una última pregunta, señor ¿Puedo escoger el color de mi aeroplano?-

-¿Es acaso eso importante?-

Lo es para mí. Que sea de color rojo, rojo vivo, rojo sangre-

-Como sea, se te asignara un Albatros D.V, color rojo- Márchate ahora, estúpido Barón Rojo.

Manfred, vio en la aviación lo que siempre había buscado, un espacio para los ideales aristocráticos como el honor y la caballerosidad, que le habían sido inculcados por su padre, un mundo en el que los héroes mueren jóvenes y son llamados por los dioses al Val-halla.
Likeeee
 
Era un hermoso día de verano del año 1914, en la ciudad de Reims en un café se halla una pareja, mas no en el sentido romántico de la palabra a un espectador casual le parecería que ese seria el caso, el hombre con la cabeza inclinada, la mujer con una cara de evidente sufrimiento. - Por favor te lo suplico, esas fueron sus palabras antes de que el esfuerzo por contener sus lagrimas le impidiera seguir hablando, hacia meses que no la veía y sin embargo no había cambiado nada, mas allá de las huellas dejadas por su sufrimiento era la misma mujer, aun conservaba el porte de involuntaria elegancia que siempre me había gustado, mas ahora me preguntaba que debería hacer.
Levante la mirada de la taza de café ya frío que apenas probé y desvié la mirada hacia la ventana, la rue vesle seguía estando tan concurrida como de costumbre y un tranvía se movía de forma habitual con unos cuantos pasajeros, al mundo poco le importa mi tragedia me dije para mis adentros, mía por que dudo que sea "nuestra" pensé casi moviendo la cabeza hacia ella, esfuerzo del que desistí en el acto, estaba incomodo y sabia muy bien porque, pero no podía ceder sin considerarlo con detenimiento, habían demasiadas cosas involucradas en esto. Ya había dicho lo que pretendía y la verdad después de todas las emociones que experimente desde la sorpresa inicial hasta la cálida añoranza que no pude evitar no me fue posible negarme a aquel encuentro; - mi hijo, me dijo antes de su suplica final y aquello tuvo efecto (maldita mi suerte o mi debilidad) evidente en mi.
Aun y con todo tuve la capacidad de responderle acidamente:- los soldados van a las guerras, esa es su ocupación, esa es la principal acción que deben tomar en lugar de lucir galones, y yelmos emplumados para la sociedad! . Eso le dije e inmediatamente me arrepentí, termine por preguntarme porque los seres humanos teníamos una infinita capacidad de dañar y una muy pobre capacidad de construir. - Se ira! me dijo y no fue capaz de pronunciar el mayor temor que le atenazaba aunque no era necesario que lo dijera, el joven ha de tener orgullo de soldado , me dije, de todas formas de enterarse no lo aceptaría, yo lo se porque yo fui así alguna vez.
-Mi tío, dijo tiene influencia suficiente para transferir a cualquiera a cualquier división, el puede hacerlo me dijo mientras me miraba con ojos esperanzados. No me cabía duda, Dubail podía hacer muchísimo mas que eso, pero el problema no era ese, yo lo sabia y ella también, y después de todo aquello, después de su suplica ya desesperanzada me encuentro pensando que debería hacer?, así por tanto y viéndome en la situación de dar una respuesta, le respondí con un escueto: "Tengo que pensarlo un momento" , salí al exterior del local y me dirigí a una banca no muy lejos de allí , pensemos me dije, -porque debería ceder a esa demanda ahora?
- Porque esa mujer alguna vez significo algo para mi?
- Alguna vez....
- que tan cierto es eso?
-porque es lo correcto?
-Lo correcto es subjetivo
-Por que su hijo no esta involucrado en situaciones pasadas que ocurrieron antes incluso de que el naciera?
-podría ser... si no fuera porque no es razón suficiente para involucrarme
-Porque SU sufrimiento sera algo mas insoportable que cualquier sentimiento de indiferencia que ella me haya mostrado jamas?
-... Es esa una razón convincente?
-Por que quizá sea la única forma de tener algo de paz, o al menos evitare el reproche constante de mi conciencia por el resto de mis días suponiendo que regrese vivo?
-Miento, descaradamente miento, no es que tenga que pensarlo tanto, esa es la realidad, no he hecho mas que dar vueltas inútilmente ; sonreí internamente al recordar a un perro que se persigue la cola.
-Entonces...
-Bien, haré lo que ya sabia que haría desde un principio, pero como concesión hacia mi callare incluso a mi mismo la razón elegida de entre todas las enumeradas, eso es cuanto podre obtener de todo este asunto, no lo que añoro, no lo obtuve antes y ahora no sera distinto. Me levante con un suspiro y me dirigí al café sintiendo las contradictorias sensaciones de romperme por dentro(nuevamente) y la de una calidez que no me era desconocida.
 
Era un hermoso día de verano del año 1914, en la ciudad de Reims en un café se halla una pareja, mas no en el sentido romántico de la palabra a un espectador casual le parecería que ese seria el caso, el hombre con la cabeza inclinada, la mujer con una cara de evidente sufrimiento. - Por favor te lo suplico, esas fueron sus palabras antes de que el esfuerzo por contener sus lagrimas le impidiera seguir hablando, hacia meses que no la veía y sin embargo no había cambiado nada, mas allá de las huellas dejadas por su sufrimiento era la misma mujer, aun conservaba el porte de involuntaria elegancia que siempre me había gustado, mas ahora me preguntaba que debería hacer.
Levante la mirada de la taza de café ya frío que apenas probé y desvié la mirada hacia la ventana, la rue vesle seguía estando tan concurrida como de costumbre y un tranvía se movía de forma habitual con unos cuantos pasajeros, al mundo poco le importa mi tragedia me dije para mis adentros, mía por que dudo que sea "nuestra" pensé casi moviendo la cabeza hacia ella, esfuerzo del que desistí en el acto, estaba incomodo y sabia muy bien porque, pero no podía ceder sin considerarlo con detenimiento, habían demasiadas cosas involucradas en esto. Ya había dicho lo que pretendía y la verdad después de todas las emociones que experimente desde la sorpresa inicial hasta la cálida añoranza que no pude evitar no me fue posible negarme a aquel encuentro; - mi hijo, me dijo antes de su suplica final y aquello tuvo efecto (maldita mi suerte o mi debilidad) evidente en mi.
Aun y con todo tuve la capacidad de responderle acidamente:- los soldados van a las guerras, esa es su ocupación, esa es la principal acción que deben tomar en lugar de lucir galones, y yelmos emplumados para la sociedad! . Eso le dije e inmediatamente me arrepentí, termine por preguntarme porque los seres humanos teníamos una infinita capacidad de dañar y una muy pobre capacidad de construir. - Se ira! me dijo y no fue capaz de pronunciar el mayor temor que le atenazaba aunque no era necesario que lo dijera, el joven ha de tener orgullo de soldado , me dije, de todas formas de enterarse no lo aceptaría, yo lo se porque yo fui así alguna vez.
-Mi tío, dijo tiene influencia suficiente para transferir a cualquiera a cualquier división, el puede hacerlo me dijo mientras me miraba con ojos esperanzados. No me cabía duda, Dubail podía hacer muchísimo mas que eso, pero el problema no era ese, yo lo sabia y ella también, y después de todo aquello, después de su suplica ya desesperanzada me encuentro pensando que debería hacer?, así por tanto y viéndome en la situación de dar una respuesta, le respondí con un escueto: "Tengo que pensarlo un momento" , salí al exterior del local y me dirigí a una banca no muy lejos de allí , pensemos me dije, -porque debería ceder a esa demanda ahora?
- Porque esa mujer alguna vez significo algo para mi?
- Alguna vez....
- que tan cierto es eso?
-porque es lo correcto?
-Lo correcto es subjetivo
-Por que su hijo no esta involucrado en situaciones pasadas que ocurrieron antes incluso de que el naciera?
-podría ser... si no fuera porque no es razón suficiente para involucrarme
-Porque SU sufrimiento sera algo mas insoportable que cualquier sentimiento de indiferencia que ella me haya mostrado jamas?
-... Es esa una razón convincente?
-Por que quizá sea la única forma de tener algo de paz, o al menos evitare el reproche constante de mi conciencia por el resto de mis días suponiendo que regrese vivo?
-Miento, descaradamente miento, no es que tenga que pensarlo tanto, esa es la realidad, no he hecho mas que dar vueltas inútilmente ; sonreí internamente al recordar a un perro que se persigue la cola.
-Entonces...
-Bien, haré lo que ya sabia que haría desde un principio, pero como concesión hacia mi callare incluso a mi mismo la razón elegida de entre todas las enumeradas, eso es cuanto podre obtener de todo este asunto, no lo que añoro, no lo obtuve antes y ahora no sera distinto. Me levante con un suspiro y me dirigí al café sintiendo las contradictorias sensaciones de romperme por dentro(nuevamente) y la de una calidez que no me era desconocida.
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Era un hermoso día de verano del año 1914, en la ciudad de Breslavia. La tranquilidad del cielo, contrastaba fuertemente con la preocupación de los ciudadanos, quienes iban y venían de un lugar a otro tratando de conseguir más información sobre la noticia que se había desarrollado el día anterior; El Imperio Alemán declara la guerra a Rusia y Francia.


El hogar de los Richthoffen, se encontraba invadido por sentimientos de tristeza y desolación, la declaración de la guerra los afectaba directamente, su hijo mayor Manfred, formaba parte de la caballería Alemana y sería tan solo cuestión de días para que fuese llamado al frente de batalla, donde lucharía contra el vasto Imperio Ruso.


Con tan solo 19 años Manfred, gozaba del respeto y admiración de toda Breslavia, había logrado a su corta edad convertirse en teniente del primer regimiento y destacaba entre los demás por su determinación, esfuerzo y gallardía. Sin dejar de lado su gran don de generosidad, siempre dispuesto a prestar su ayuda a quien lo necesitase, había sido parte primordial en el re ordenamiento del pueblo, en la disposición de propiedades y en la construcción de la nueva iglesia.

El único motivo por el cual era razón de burla entre algunos jóvenes de su edad, era su gran afición por las aves, en especial de aquellas cuyo plumaje era de color rojo vivo e intenso, muchas veces llego a llamarlas aves de sangre. No era de extrañar verlo pasar día tras día cazando grillos y pequeños insectos con que alimentarlas, tampoco era extraño verlo tratar de imitar el trinar de su ave favorita, incluso en más de una ocasión se le vio correr imitando el aleteo y piruetas que están hacían al volar.


Una vez que la declaratoria de guerra fue firmada, Manfred se dirigió al telégrafo de la ciudad, desde donde se comunico con su coronel en jefe y le expreso su máximo compromiso en formar parte de tan emblemática empresa, luchar por su país, la gran Alemania.

Dos días después, mil doscientos hombres abandonaban los muros de Breslavia, marchaban el uno junto al otro al ritmo que marcaba un pequeño tambor. La familia Richthoffen, se había dirigido al atrio principal del templo, desde donde trataban de divisar a su querido Manfred. Fue Ana, su madre, quien logro distinguir entre la multitud al joven que cargaba en su mano una pequeña jaula y dentro de ella, el cardenal rojo que le había obsequiado.


Por fin, tras extenuantes semanas de marchas forzadas, el regimiento proveniente de Breslavia llego a su ubicación asignada, todos los hombres desempacaron sus pertenencias y procedieron a dormir la fiesta, excepto uno. Manfred, había sido interceptado en la entrada de la barraca por un mensajero y fue dirigido directamente al cuartel de Vitor Belfort, coronel a cargo.

Al ingresar al cuartel, Manfred, inmediatamente sintió una mirada fría que le atravesaba el pecho, volvió su vista hacia de donde provenía y lo encontró, de pie junto a la mesa de estrategia se encontraba Belfort, un hombre que se asemejaba mas a un buey, superaba fácilmente los dos metros de estatura, robusto y de cara maldita, capaz de asustar hasta al hombre mas valiente. Se acerco unos pasos y le dijo:

-¡Nuestros genios, malditos sean! Nos han enviado información clasificada alertándonos de una nueva arma, que podría inclinar la guerra a nuestro favor -

-¿De qué se trata ahora, señor?-

-Han ideado la manera de convertir nuestros frágiles aeroplanos en verdaderos tanques de guerra, capaces de destrozar el cráneo de un soldado desde los 4000 pies de altura-

-Desde 4000 pies de altura, es que terminaran cayendo esos pobres bastardos, señor-

-También caerás del cielo, has sido reclutado a formar parte de la fuerza aérea-

Esta noticia no desagrado del todo a Manfred, sabía que la caballería, una institución noble pero sin futuro: los caballos y sus jinetes eran presa fácil de las ametralladoras, estaba por llegar a su fin.

-Nunca he estado a mas de 10 metros sobre la tierra y fue en la cúpula de una iglesia, señor-

-¿Es acaso eso importante? Recibirás el entrenamiento apropiado-

-Ordenes son ordenes, señor, no estoy acá más que para servir-

-Puedes marcharte-

-Una última pregunta, señor ¿Puedo escoger el color de mi aeroplano?-

-¿Es acaso eso importante?-

Lo es para mí. Que sea de color rojo, rojo vivo, rojo sangre-

-Como sea, se te asignara un Albatros D.V, color rojo- Márchate ahora, estúpido Barón Rojo.

Manfred, vio en la aviación lo que siempre había buscado, un espacio para los ideales aristocráticos como el honor y la caballerosidad, que le habían sido inculcados por su padre, un mundo en el que los héroes mueren jóvenes y son llamados por los dioses al Val-halla.

Buenos relatos los de quienes escribieron: Vinfoster, Curiositika, Melkilec, todos me like.

Cito al de Tu Papá porque, qué jeta, estaba por escribir algo muy muy muy pero muuuuuuuuy similar a lo que escribió. Desde la perspectiva de una niña la vivencia de la declaración de la Primera Guerra Mundial. La ambientación quería hacerla así y cuando leí su relato fue como "este mae me leyó el pensamiento", jaja.

Muy bueno. :)
 
¿Era un hermoso día de verano del año 1914?, en ese entonces, faltaban muchísimos años, para que existiera la tecnología (ni siquiera había la más remota noción) de la cual "nacería". Mi base de datos, no cuenta con información, para afirmar si hubo un día hermoso en el verano de 1914. Pudieron existir días soleados, pero según los registros históricos, la humanidad estaba enfrentando la Primera Guerra Mundial, por los que muchos que vivían en el momento, podían pensar muchas cosas de los días de ése verano, pero "hermoso", sería en lo último que pensarían.

Éste ha sido mi relato.

classy_sigma_by_digitallyfanged-d86sqdf.jpg
 
¿Era un hermoso día de verano del año 1914?, en ese entonces, faltaban muchísimos años, para que existiera la tecnología (ni siquiera había la más remota noción) de la cual "nacería". Mi base de datos, no cuenta con información, para afirmar si hubo un día hermoso en el verano de 1914. Pudieron existir días soleados, pero según los registros históricos, la humanidad estaba enfrentando la Primera Guerra Mundial, por los que muchos que vivían en el momento, podían pensar muchas cosas de los días de ése verano, pero "hermoso", sería en lo último que pensarían.

Éste ha sido mi relato.

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Ja ja ja....ouquei

"Laic"
 
Era un hermoso día de verano del año 1914, en ese entonces estaban de moda los zapatos de mujer, con un pequeño tacón cuadrado, como secretaria de una de las pocas fábricas de la zona, debía lucir bien, pero nuestros ingresos no daban para mucho, era una mala época en la economía del mundo, mi marido Jack, era de los pocos hombres en edad productiva que no fue enlistado, debido a un casual accidente que dio como resultado una fractura en su pierna, que nunca sanó, en un guapo y varonil hombre de 25 años, eso era todo una pérdida.

¡Cuánto amaba a mi adorado Jack!, cuando sonreía se le veía un hoyito en su mejilla izquierda, cómo sufría mi querido amor, cuando tenía que quedarse en casa descansando, por su dolencia, mientras yo iba a trabajar, yo venía de una familia acomodada, mi padre nos envió a mis hermanas y a mí a un colegio de mujeres, por lo que en esa época, era muy preparada, sabía taquigrafía, escribía a máquina, y transcribiendo las notas de mis jefes era lo máximo. Mi padre nunca entendió mi amor por Jack, decía que era un vago, un bueno para nada, que no me amaba, que era interés, por lo que me desheredó, pero eso no me importó, la primera vez que vi a Jack, supe que era el amor de mi vida.

Todos los días salía de mi casa a la misma hora, a las 6:45 a.m., y volvía hasta el mediodía, a preparar el almuerzo para Jack y para mí, y volver al trabajo, de dónde salía nuevamente hasta las 5:00 p.m., era una rutina muy cansada, pero siempre volvía a los brazos cariñosos de Jack, quien a pesar de su difícil condición, siempre tenía una sonrisa para mí.

Nuestra casa quedaba, casi al lado de una fábrica de productos de cuero, el olor era difícil de tolerar a veces, para mí lo era siempre, es que mi sentido del olfato era privilegiado, detectaba cualquier perfume, fragancia, acentuado casi al doble que las demás personas, por eso para mí era importante oler bien, pero para la mayoría, ningún olor era perceptible en mi casa, debido al que desprendía la fábrica de cuero. Sólo teníamos una casa vecina, la de Sofía, mi buena amiga Sofía, pobrecita mi amiga, estaba criando sola de su hijito Lorenzo de 10 años, ya que su marido estaba preparándose con el ejército. La navidad pasada renuncié a mi loción favorita y le regañé a mi querida amiga, un frasco de perfume de gardenias, se puso tan contenta, era todo un lujo, y me sentí feliz de dárselo, tenía tan poco mi querida Sofía.

El resto de las viviendas estaban a unos cuatro bloques, yo debía pasar saliendo de mi trabajo por un trayecto dónde nadie se daba cuenta cuándo iba o venía, por suerte era tan seguro caminar por ahí, tanto de día como de noche. Igual, lo que quedaba en mi ciudad era gente mayor, mujeres y niños.

Ese día salí a la hora de costumbre, luciendo mi sombrero y botines favoritos, cuando llegué a la oficina saludé a todos, preparé el café, y me encerré en mi pequeña esquina, con mi máquina de escribir y mis notas. Como a las ocho, dí un pequeño respingo
¡oh no!, me dije
-creo que dejé el gas de la cocina abierta-, pensé que por suerte mi querido Jack sólo fuma después de que hacemos dulcemente el amor, pero debo volver, y revisar.
Salí por detrás de la fábrica, así todos pensarían que estaba en el “retrete” en caso de que me buscaran, pero nadie se fijaba mucho en mí, a veces me sentía invisible, una vez me di una pequeña siesta después de almorzar, y nadie nunca lo notó. Fui por el camino de siempre sin ver a nadie, sin que nadie me viera tampoco, entré por detrás de casa, para llegar directamente a la cocina, ufff gracias a Dios regresé, porqué la perilla no estaba cerrada, ese olor a gas, era para mí asfixiante, inmediatamente cerré la perilla… pero entonces...ese olor…ese perfume de gardenias…me acerqué suavemente a mi recámara, mi corazón se detuvo, mi mente entre nieblas…la puerta estaba semi-cerrada, podía ver perfectamente la silueta de un hombre, y la de una mujer, entrelazadas …ese olor, ¡Dios! Realmente sentí dónde se rompió algo en mí, esa criatura salvaje que estaba retozando con Sofía, no podía ser mi adorado Jack, …él era tan tierno, tan dulce…y entonces lo escuché gimiendo…un nombre… ¡Sofía, cuánto te amo!, repetía…y fue la primera vez que lo escuché decir esas palabras, nunca en nuestros cinco años de matrimonio, nunca me dijo “te amo”….nunca…

Salí despacio, no se dieron cuenta de mi presencia, pasé por la cocina y giré la perilla de la cocina…y cerré bien… ¡oh! mi adorado Jack, ¡mi querido!, que siempre enciende un cigarro después de hacer el amor…

Muy bueno!! Like y retweet
 
Muy buen relato mi tata! (Muy confianzudo?) Jajaja

Siempre es bueno estar en un ambiente de confianza, jajaja.

Buenos relatos los de quienes escribieron: Vinfoster, Curiositika, Melkilec, todos me like.

Cito al de Tu Papá porque, qué jeta, estaba por escribir algo muy muy muy pero muuuuuuuuy similar a lo que escribió. Desde la perspectiva de una niña la vivencia de la declaración de la Primera Guerra Mundial. La ambientación quería hacerla así y cuando leí su relato fue como "este mae me leyó el pensamiento", jaja.

Muy bueno. :)

Jejeje, que curioso! Solo espero que el haberle robado la idea no la desanime con su relato, aquí lo espero :)!
 
Siempre es bueno estar en un ambiente de confianza, jajaja.



Jejeje, que curioso! Solo espero que el haberle robado la idea no la desanime con su relato, aquí lo espero :)!


Para que no nos enfriemos qué le parece si usted propone la siguiente frase?
 
Me ha gustado mucho el tema. Espero que esa imaginación los inspire a crear grandes historias. Los seguiré leyendo.
 
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