El nuevo Hospital de Cartago, esa ilusión casi tan prolongada como la espera por un nuevo capítulo de "GOT", sigue en la cuerda floja. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha dejado a los cartagineses mordiéndose las uñas, al anunciar que en 15 días decidirán el futuro de esta anhelada infraestructura. Durante años, los residentes han soñado con un hospital que no solo esté más cerca de la modernidad que el carro de caballos, sino que también garantice la salud sin necesidad de hacer promesas a todos los santos.
La Junta Directiva de la CCSS, en una maniobra más lenta que el tráfico en hora pico, ha dado un plazo de 15 días hábiles para recibir la recomendación técnica final sobre la construcción del hospital. Entre tanto, los habitantes de Cartago, cuya paciencia podría competir con la de Job, aguardan por decisiones que, esperan, no lleguen junto con la próxima glaciación.
Esta saga de la construcción hospitalaria no solo pone a prueba la resistencia espiritual de los cartagineses, sino que también destaca un entramado burocrático que podría hacer parecer sencillo el argumento de "Inception". Al final, el gran perdedor parece ser el pueblo de Cartago, cuyo sueño de un nuevo y moderno hospital se ve constantemente aplazado, como si fuera un mal episodio en un bucle infinito de una serie de Netflix.
¿Llegará el día en que Cartago celebre la apertura de su hospital o seguirá siendo un sueño en la lista de pendientes de la CCSS?
Solo el tiempo, y quizás otros 15 días de deliberaciones, lo dirán.
La Junta Directiva de la CCSS, en una maniobra más lenta que el tráfico en hora pico, ha dado un plazo de 15 días hábiles para recibir la recomendación técnica final sobre la construcción del hospital. Entre tanto, los habitantes de Cartago, cuya paciencia podría competir con la de Job, aguardan por decisiones que, esperan, no lleguen junto con la próxima glaciación.
Esta saga de la construcción hospitalaria no solo pone a prueba la resistencia espiritual de los cartagineses, sino que también destaca un entramado burocrático que podría hacer parecer sencillo el argumento de "Inception". Al final, el gran perdedor parece ser el pueblo de Cartago, cuyo sueño de un nuevo y moderno hospital se ve constantemente aplazado, como si fuera un mal episodio en un bucle infinito de una serie de Netflix.
¿Llegará el día en que Cartago celebre la apertura de su hospital o seguirá siendo un sueño en la lista de pendientes de la CCSS?
Solo el tiempo, y quizás otros 15 días de deliberaciones, lo dirán.
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